jueves, 28 de mayo de 2009

Vagos en uniforme


Hace unas semanas recordé un capítulo que una vez vi de la serie animada de Fox “King of the Hill”. Dicha serie creo que tiene una sátira menos pesada en comparación de los Simpsons por ejemplo, pero refleja de manera un poco más veráz la realidad de la sociedad estadounidense. El capítulo que recordé debido a una pequeña experiencia que me pasó y que pronto relataré se títula: “The Texas Panhandler”. La palabra “panhandler” en inglés se refiere informalmente a las personas que viven de la caridad de otros, que se acercan a ti para pedirte dinero, o sea “vago” en nuestro castellano formal (me sorprende que todavía no hayamos sacado un pachuco para describir estas personas que abundan en nuestras calles).

En dicho capítulo Bobby, el hijo único adolecente de la familia, y su amigo Joseph son ignorados para ser invitados a una fiesta y asumen que la razón de ser poco populares es porque no tienen los jeans de moda que todos están usando. Como todo hijo o hija adolecente, el muchachito le pide el dinero a su papá pero este al ver lo caro que son los pantalones hace lo que todo buen padre de familia presupuestado hace, le dice que no; no obstante le da una solución: consigue un trabajo, esfuerzate y ganarás el dinero para comprar lo que quieras; una lección que más de un papá de nosotros ha querido transmitir a sus hijos.

Así que motivados por la idea de ser “cool”, los jóvenes intentan un trabajo real pero son ridiculizados por los chicos populares al ser observados en sus labores. Desmotivados por la burla recibida se encuentran con un grupo de muchachos cuyo estilo de vida involucra pedir menudo a cuanto peatón pase por su lado. No obstante los vagos no son desalineados ni sucios, por el contrario tienen la reputación de ser populares en la escuela por la mística que genera su filosofía del poco esfuerzo. Bobby y Joseph son reclutados y en poco tiempo recolectan dinero suficiente para comprarse nueva ropa con lo cual comienzan a ganar popularidad. Para no cansar con la historia, Bobby es descubierto por su papá y este le hace caer en razón llevándolo a un vecindario pobre. Si tienen oportunidad de ver ese capítulo se los recomiendo.

Cuando ví ese capítulo realmente lo tomé como sátira en referencia a las estúpicedes que hacen los jóvenes para ganar popularidad en las escuelas norteamericanas. No me podía imaginar que realmente hubieran adolecentes que pidieran dinero a los extraños por mero deporte y que tras de eso fueran populares. Oh sorpresas da la vida!

Hace un par de semanas mientras conducía bien pegado en la presa, vi un grupo de colegiales que venían en dirección mía; no les presté la mayo atención. Pero de repente un carajillo se me acerca y con toda la carebarrez que se puedan imaginar me pide que le regale unas monedas. Hago la aclaración pertinente, no vino con vergüenza a pedirmelo como quien necesita ayuda de verdad, ni se le veía pobre porque su ropa no estaba desgastada y andaba unas buenas tenis. Mi buena educación y principios cristianos me inpedieron mandarlo a la porra, pero si le contesté “que carrebarro!” a lo cual él se sonrío junto con uno de sus amigos y pasó al siguiente carro. Asombrado observé en el retrovisor que una mujer le daba dinero. Oh por Dios! Que cólera me dió! Casi me bajo a gritarle no al muchacho sino a la señora por alcahueta.

Yo no sé que tan común sea este comportamiento en los colegiales, pero me sospecho que deben haber muchos así, pero en todo caso lo que verdaderamente me asusta es la dosilidad actual del adulto costarricense. Se que es todo un tema de discusión lo de los mendigos en las calles, y el si se debería o no darles limosnas, pero creo que hemos llegado a un extremo de permivisidad que realmente está desvalorizando el ideal del trabajo duro y el esfuerzo, pilares de toda sociedad que quiere caminar al desarrollo. Creo tener el mismo sentir de muchos que debemos luchar contra la cultura del poco esfuerzo, las cosas fáciles e inmediatas y del “pobrecito” . Despertemos Costa Rica y recordemos con conciencia esa bella estrofa de nuestro Himno Nacional: “Vivan siempre el TRABAJO y LA PAZ” (será que el trabajo está de primero porque nos conduce a la paz?).

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