miércoles, 1 de septiembre de 2010

"Yo quisiera ver más iniciativa en este país..."



Para mi no hay nada más peligroso que fomentar la cultura del "pobrecito". Hace poco vi este video, que dicho sea de paso desde un punto de vista de producción felicito a los responsables por la calidad del mismo. El contenido de la canción son otros cien pesos.

Yo no digo que la denuncia política esté mal, ciertamente nuestros gobiernos han dejado a un segundo y tercer plano la provincia de Limón. No obstante, esto no significa que toda la miseria que pueda estar viviendo este y otros pueblos se deba única y exclusivamente a lo que haga o deje de hacer el gobierno. En mi opinión, la canción hubiera estado completa si se le hubiera combinado con pedazos de letra que motivaran al pueblo a superarse, a no esperar que todas las soluciones le caigan del cielo.

No me gusta que se fomente un pensamiento determinista. Si yo nací en la Carpio entonces "¿qué más puedo hacer?", que el gobierno me saque de ahí porque ya no pude avanzar más en la vida. Si bien es cierto el ambiente determina mucho la formación de una persona, no significa entonces que no haya manera de avanzar y superarse. A Dios gracias en este país la educación todavía sigue siendo pública.

Concluyendo, no me llega el tono de protesta de esta canción. Le pido a Banton que saque otra canción motivando a su pueblo a tomar pasos por su cuenta y no esperar únicamente en el gobierno.

"Yo quisiera ver más iniciativa en este país, y no tanta queja de que nadie le soluciona los problemas"

martes, 6 de julio de 2010

El consuelo de la envidia....


No quería dejar pasar la oportunidad de hacer una reflexión en virtud de toda esta fiesta mundial que representa la Copa Mundial de Fútbol. Yo ya sabía que siempre ha existido cierta rivalidad normal del costarricense con su vecino centroameriano Honduras y el norteamericano México. La rivalidad con Honduras es más deportiva que otra cosa; con México pareciera existir cierto odio, a veces confesado, a veces disimulado. No obstante, no se podía esperar que los ticos se volcaran apoyar a México u Honduras, pero me parece notable la medida en que deseaban el "deséxito" de estas selecciones.

Futbolísticamente es beneficioso para la región que nuestros competidores locales se vuelvan mucho mejores. No por nada los mexicanos has sugerido, aunque de una manera tonta cabe decir, el que quisieran ser parte de la Conmebol. Y es que cómo logró llegar Paraguay hasta las instancias en que llegó sino pasando constantemente con rivales como Brasil o Argentina. Pero nosotros queremos que los que nos superan sean los peores a nivel mundial, dejando como conclusión que sí los que llegan al mundial son malísimos, entonces dónde quedamos nosotros que ni siquiera clasificamos.

Yo se que el Fútbol es un juego y que hay que tomarlo como tal al final de cuentas, pero no deja de llamarme la atención que muchas de estas actitudes de la masa tica son una muestra de lo mucho que nos hace falta para volvernos un mejor país en todos los ámbitos. No se si será lo común pero sabemos que muchos costarricenses detestan que su vecino se supere. En el colegio al que le va bien se le ve como el "sapo". Y en el trabajo no se queda atrás esta calificación para el que aprovecha el tiempo y trabajo honestamente para superarse.

Espero que estos malos deseos a nuestros competidores no sean más que la envidia algo entendible, de haber quedado fuera de una de las diversiones que más nos apasiona a todos. Demos un ejemplo como país a nuestra selección, dejemos de ser corto plazistas y volvamonos mejores en todo lo que hagamos.

viernes, 12 de marzo de 2010

¿'Computadoras' == 'Desarrollo'?


Estaba escuchando un día por la radio un anuncio de Gollo de esos típicos que buscan tocar las emociones con los aparatos eléctricos. Lo particular de este anuncio que me llamó la atención fue la estrategia de venta de una computadora. En el anuncio se escucha a un niño diciendo algo así como (palabras más, palabras menos):

- "Con esta computadora llegaré a ser un gran astronauta".

Mi compañero de "car pooling" sugirió que debió haber dicho algo así como:

- "Con estos libros de física y matemáticas llegaré a ser un gran astronauta".

Yo, siendo graduado en Ingeniería en Computación e Informática, me choca esa manera de pensar generalizada, de que tener una computadora predispone a un niño a ser un mejor estudiante. A Gollo y a otras tiendas de electrodomesticos se les puede perdonar esto, en parte porque lo único que quieren es vender computadoras de la misma manera que venden cocinas y lavadoras con la idea de que harás feliz a tu madre o esposa. Sin embargo nuestros políticos actuales están convencidos de que regalarle una computadora a cada niño del país, y ponerles Internet en la casa, nos va llevar directitos a la senda del desarrollo. Como si esa caja con circuitos adentro transformara mágicamente a un niño en un genio. Dele una caja de esas a un niño de 10 años con acceso a Internet y adivinen que es la primera cosa que va hacer. No, no se irá a la Wikipedia a navegar un rato para aprender de Historia y de Ciencia; apostado un tucán a que buscan el Facebook para jugar el tan popular Farmville.

Una computadora es un instrumento más, sino se aprende a usarlo apropiadamente entoces no estamos formando nada interesante, más que la habilidad de manejar funciones básicas de un sistema operativo y de algunos paquetes de computación. Un astronauta está demasiado lejos, muy, muy, muy lejos... Los niños no pueden creerse ese cuento de que es tan fácil, tiene que saber que es cuestión de esfuerzo, entrega y disciplina.

No me tomen a mal, creo que la computación es necesaria en la educación de los niños. Yo recuerdo con mucha alegría mis años de escuela usando el programa Logo. Me encantaba ver el poder creativo que uno podía tener dando instrucciones a una tortuguita para que hiciera lo que uno le mandaba. Para mi eso es un uso de la computación en favor de al formación de la mente de un niño. Así que padres y futuros padres, no se engañen pensando que la computadora va hacer a sus niños más listos. Enseñeles el amor a la lectura que va ser mucho más provechoso para sus mentes.

miércoles, 6 de enero de 2010

Dominós...



Desde hace unos años atrás me gusta mucho meditar acerca de la visión de mundo que defiendo. Pienso también en las críticas de oposición y sus visiones de mundo que compiten por dominar el mundo o mercado de las ideas. Hace unos días vi un documental donde uno de los entrevistados, siendo un profesor universitario ateo, afirmaba que si uno abraza la teoría de la evolución - entendida como la nueva síntesis neodarwiniana que explica el origen de toda forma de vida por medio de mecanismos de selección natural y mutaciones aleatorias - uno debe concluir que
el ser humano no tiene libre albedrío o voluntad propia.

El profesor no argumentaba haciendo un enlace directo de las ideas de la evolución con una muerte a la libertad del hombre, de hecho ni siquiera explicó cómo se llega a esa conclusión. En parte por eso surgió mi inquietud de indagar un poco más al respecto. Lo que usualmente va ligado en el pensamiento de las personas que se toman la ciencia más seriamente como medio para explicar toda realidad de sus vidas, es la adopción de la posición filosófica llamada "Naturalismo". El naturalismo en resumem establece que toda verdad objetiva del mundo real en que vivimos debe ser explicada en términos de procesos naturales (leyes físicas, reacciones químicas, inpulsos eléctricos, choque de átomos, etc..). Ni lo sobrenatural, ni lo metafísico tienen cabida en esta concepción de ver la realidad.

Dentro de la sombrilla del naturalismo se apaña una doctrina filosófica llamada "Fisicalismo" que establece que la mente y el cerebro son lo mismo, es decir, que nuestra mente y pensamientos son producto única y exclusivamente de reacciones internas, disparos sinápticos de nuestros cerebros. Esta idea se opone por completo a la existencia del alma aunque no se entienda por completo qué es la conciencia del ser humano en términos físicos y cómo la evolución puede producir esta propiedad en un ser vivo. En un artículo que había leído antes y en el cual baso la explicación que voy a dar, concluía que si somos seres entaramente físicos, no alma, pues nunca podríamos saberlo con absoluta certeza.

La ciencia como tal es una disciplina que trabaja bien por una cualidad que se busca comprobar en todo estudio científico: repetibilidad experimental. Si las condiciones son las mismas, el resultado siempre va ser el mismo. Si los experimentos se repiten bajo las mismas condiciones y se obtienen una y otra vez resultados positivos que afirman el postulado o la teoría en cuestión, se puede llegar a decir que se ha encontrado un principio científico o ley natural que parece trabajar de manera uniforme y confiable. ¿Pero por qué es que la ciencia puede encontrar uniformidad en el mundo físico? Las cosas físicas no toman decisiones, ellas solo reaccionan producto de algo que sucedió antes. En otras palabras, ley de causa y efecto. Uno en teoría con el conocimiento suficiente podría explicar cualquier fenómeno de este universo como producto de uno o varios fenómenos anteriores. ¿Por qué llovió hoy? porque hubo condensación en el ambiente. ¿Por qué hubo condensación? porque el sol calentó la humedad del ambiente. Uno podría retroceder indefinidamente preguntando la causa de algo porque siempre va haber una causa física antes de ella.

Este comportamiento del mundo físico se puede ver como figuras de dominós cayendo una a la par de la otra. Cuando queremos saber algo nos preguntamos cuál fue la ficha de dominó anterior que causó la acción en estudio. De esta manera se deriva que todos los sistemas físicos son deterministas. Toda cosa física que pasa es determinada por las acciones físicas que le precedieron. Si las condiciones físicas son las mismas, si alineamos las fichas de dominó de la misma manera, deberíamos esperar el mismo resultado.

Ahora imaginémonos la siguiente ilustración que ayuda entender el problema de reducir la mente a solo condiciones físicas. Dibujemos en nuestra mente una línea de dominós que están cayendo suficientemente grandes y pesadas para tumbar a una persona, y al final de la línea se halla una persona que está al borde de un precipicio. ¿Qué va suceder cuándo la última ficha de dominó caiga si la persona que se encuentra mirando no sospecha ni percibe los dominós que están detrás de él? Pues evidentemente la persona caerá indiscutiblemente. Dado ese escenario, que tal si preguntamos si la persona saltó al precipicio. Uno respondería que no, ya vimos que había una ficha enorme y grande que empujó a la persona. Y que tal si la persona realmente pensara que ella saltó por voluntad propia. ¿Lo habrá hecho como ella piensa? Ya sabemos que no es cierto. Nuestro pobre tipo pensó que había saltado pero en realidad fue una pieza gigante de dominó que lo empujó.

Eso nos lleva a la pregunta de por qué pensaría cualquier persona que ella saltó voluntariamente cuando en realidad fue empujada. ¿Qué causaría este estado de ingenuidad? Bueno, obviamente si cualquiera de nosotros viéramos una fila enorme de dominós cayendo detrás de nosotros,
y si por alguna razón no pudieramos reaccionar a tiempo y caemos en el precipicio y obrevivimos, estaríamos convencidos que no fuimos nosotros los que saltamos; fue un agente externo causo nuestro lamentable estado.

A veces resulta que las piezas de dominó no son visibles, y además pueden no ser externas, sino piezas internas que nos impulsan a actuar de cierta forma. Así como ciertas condiciones físicas externas nos pueden impulsar a saltar "sin querer queriendo", otras condiciones internas como los genes, y las predisposiciones que conllevan, nos empujan a actuar de determinada manera. Realmente pensamos que actuamos por voluntad propia, pero en realidad todas las combinaciones de fuerzas internas y externas nos llevaron inevitablemente a saltar. Todo en el universo son fichas de dominó y nosotros somos una más en la cadena. Somos empujados y empujamos a otros.

Si cambiamos un poco la ilustración, y en lugar de imaginar a la persona pensando que ella eligió saltar del precipicio, la dibujamos creyendo que el concepto de fisicalismo es verdadero. ¿Estará esa persona creyendo algo que es una verdad u otra vez son las piezas de dominó actuando en ella para creer que la proposición es correcta? Si seguimos la línea naturalista debemos responder con honestidad que son los benditos dominós actuando otra vez en nosotros. En este paradigma no elegimos creer que algo es verdadero, simplemente las circustancias nos determinan a pensar de cierta forma. No elegimos libremente creer en absolutamente nada, sin libre elección no hay razonamiento pues este depende de elegir creer en algo por la firmeza de las ideas. Sin razonamiento no hay conocimiento real de las cosas y por tanto no podríamos nunca saber a ciencia cierta si la concepciónficalista de la mente es real.

Afortunadamente no dirigimos 100% de nuestras vidas de esta manera. Todos creemos que tenemos libre alberdrío y cada persona debe ser responsable de las elecciones que hace. De otra forma no podríamos culpar a los delincuentes por sus acciones, tendríamos que culpar a los dominós que lo empujaron al "pobrecito". Independientemente de si los argumentos usados con la ilustración son convincentes o no, de igual forma la mayoría de todos nosotros no pensamos ni dirijimos nuestras vidas como si todo lo que pasara estuviera determinado por las circustancias. Todos valoramos el hecho de pensar que somos libres de elegir, libres de decidir si hacer lo bueno o lo malo, libres de decidir si algo es tonto o inteligente.

Artículos de referencia:

+ Peter Williams, "Why Naturalists Should Mind about Physicalism, and Vice Versa"
+ Gregory Koukl, "Dominoes, Determinism, and Naturalism"

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